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La barbacoa es una comida muy rica, pero no muy saludable
Las barbacoas son un evento que invita al optimismo. Suelen ir acompañadas de buen tiempo, de familia y/o amigos, de buena bebida y, sobre todo, de comida. De mucha comida. Carne, calçots, verduritas, patatas... Todo vale para comer en una barbacoa. Sin embargo, el dolor de barriga y los ardores posteriores suelen ser un ente común, ya que se come alimentos con muchas grasas por doquier. Ante la negativa de renunciar a ello (porque un dolor de barriga dura un día, pero una buena barbacoa permanece en el recuerdo), ¿existe alguna forma de hacerla más saludable?
La respuesta es que sí. Hay que tener en cuenta varios consejos que pueden serte de gran utilidad. Lo primero que debes vigilar son las cantidades. No hace falta que comas como si no fueras a alimentarte en tres días, por lo tanto, reduce las cantidades de comida de tu plato. Si quieres probar todo lo que hay en la mesa, entonces coge poquito de cada alimento, de forma que no acabes excesivamente lleno.
En una barbacoa se puede servir mucha comida: carnes, pescados, verduras, patatas... Hay todas las combinaciones posibles, pero vayamos punto por punto.
Primeramente, hay que hablar de los entrantes. Poner una mesa donde el pica pica ya te deje prácticamente sin apetito no es la mejor de las opciones. Lo interesante es poner aperitivos justitos, y que sean saludables, como por ejemplo cosas que estén hechas a base de verduras.
También hay que tener en cuenta las bebidas. Está claro que una barbacoa invita a beber bebidas alcohólicas, azucaradas y carbonatadas, pero esa no será precisamente la bebida más saludable. Por lo tanto, abónate al agua durante un día.
Sobre la carne a consumir, el pollo es siempre una buena opción, igual que las partes del cerdo que contengan menos grasa y los cortes magros de ternera y de buey.
No hay que olvidar la verdura tampoco. Se puede optar por los pimientos, la cebolla, la berenjena, el calabacín, las alcachofas, las mazorcas de maíz... Cualquiera de ellas es una gran opción.
En cuanto al pescado, quizá no estamos tan acostumbrados ya que asociamos más la barbacoa a la carne, pero también se puede aprovechar el calor de las brasas para añadir pescados azules, como la sardina o el salmón, o bien hacer unas gambas o langostinos.
La barbacoa consiste en la cocción de los alimentos de forma indirecta con la fuente de calor, es decir, con las llamas del fuego o con el calor que se desprende de las brasas. Cocinar con esta técnica culinaria desprende una serie de sustancias tóxicas con las que hay que vigilar.
Una de ellas es la acrilamida, una sustancia química que se crea con los productos que tienen almidón y que se cocinan a baja humedad y a altas temperaturas. Hay algún tipo de carne que sí que contiene almidón, así que cuanto más oscura y quemada quede, más acrilamida contendrá. Esta sustancia tóxica aumenta el riesgo a padecer cáncer, por lo que hay que ir con cuidado.
Por lo tanto, la forma de hacer una barbacoa saludable es reduciendo la cantidad de comida que ingerimos, bebiendo agua y cocinando carne, verdura y pescado sin dejar que se quemen para no provocar la aparición de sustancias tóxicas.
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